Marissa L. Underwood *ID

Edad: 24 años
Grupo: Ciudadanos
Trabajo: Periodista
Nacionalidad: Estadounidense
Cumpleaños: 12 Octubre 1988
Gustos:
•Su privacidad.
•Dar paseos largos, caminar.
•Estar en movimiento, estar siempre haciendo algo.
•Viajar.
•Es curiosa, por lo que le gusta investigar.
•Es buena escuchando y le gusta dar consejos.
•Los chocolates y el helado.
•El olor a vainilla.
•La música y las artes.
•Escribir y redactar, ama su trabajo como editora.
•Así como ama escribir, siempre ama una buena historia para leer, en especial le interesan las novelas,
•Le gusta el cine, pero es mas como una entretención que cualquier otra cosa.
•Los lugares callados y tranquilos, le hacen sentir paz.
•La soledad, a diferencia de a muchas personas a ella no la molesta, prefiere estar sola que al rededor de personas molestas.
•Las personas con carácter, las personas que son intelectuales.

Disgustos:
•Personas descorteces, molestas y groseras.
•Que invadan su privacidad
•Los engaños, es mejor no mentirle a Marissa, es lo que mas la molesta.
•No le gusta el olor del tabaco.
•Por alguna razón, es alérgica al maní.
•Las discusiones, las encuentra sumamente molestas.
•Los lugares repletos de gente, aunque es capaz de tolerarlo.

Marissa no puede ser descrita como nada menos que hermosa, aunque esta no lo reconozca, o no le de mucha importancia al aspecto físico. Marissa es de una estatura promedio, un metro con setenta centímetros aproximadamente, su complexión es delgada mas posee unas curvas proporcionales al resto de su cuerpo, con unas piernas largas y bien torneadas. Su piel es de color crema, suave al tacto y ligeramente sonrojada en las mejillas. Sus ojos son grandes, de un brillante color verde enmarcados en unas gruesas y largas pestañas color marrón. Sus labios son carnosos y bastante femeninos, de un natural color rosa. El cabello de Marissa es rubio, ondulado, suave y suele llevarlo hasta un poco mas abajo de sus hombros, aunque en ocasiones le gusta llevarlo corto. Las facciones de Marissa le dan una apariencia angelical, gracil y dulce que contrasta perfectamente con su personalidad.

Es difícil describir a Marissa, podría comenzar diciendo que es muy diferente de lo que aparenta, Marissa es una chica dulce y amorosa...claro, con las personas que son allegadas a ella, de otra manera suele cerrarse, no es grosera ya que prefiere tener una trato amable con las demás personas pero no es fácil llegar a conocerla, podría decirse que es bastante diplomática. Marissa prefiere la soledad, nada se compara con estar consigo misma ya le da tiempo y espacio para pensar, y cuando esta cansada de pensar solo se ocupa en algo. No tiene muchos amigos...mejor decir, ninguno. Marissa es poco impulsiva, tiene claro lo que quiere y lo que no, siempre piensa antes de actuar y en general jamas haría algo de lo que pudiera arrepentirse después, a veces esto le hace pensar que es aburrida, pero al final es mejor evitarse problemas futuros.
Marissa es sumamente responsable y dedicada a su trabajo, es una de las cosas que ama, tiene claro que escribir para un periódico pequeño no es lo que quiere seguir haciendo el resto de su vida, y claramente no hará que gane un Pulitzer pero aun así aprecia la experiencia, en su entorno de trabajo Marissa es cordial, no puede negarse a hacerle un favor a un compañero y siempre tiene una sonrisa que brindar, podría decirse que se lleva amenamente con todas las personas del periódico...aun así, no puede decir que los considera sus amigos. En realidad Marissa tiende a sentirse sola en ocasiones, lo que puede llegar a deprimirla pero a fin de cuentas sabe que lo prefiere así, jamas se ha enamorado...no por que no crea en el amor, cree que alguna vez podrá enamorarse, es solo que encuentra cosas mas interesantes que los hombres, ninguno ha captado completamente su atención. Hay pocas cosas que pueden molestar a Marissa, y una de ellas es que alguien le mienta, prefiere la verdad, la honestidad cruda.

Marissa nació en Boston, Estados Unidos, un 12 de Octubre de 1988. Hija de Katherine Davidson, una madre soltera que se empeñaba como archivadora en una banco de la cuidad de Boston, Katherine apenas podia mantenerse a si misma, ¿como podía pretender cuidar de otra persona? El que Marissa hubiera nacido fue nada mas que un error. Katherine venia de California, de uno de aquellos barrios que no son precisamente los mas caros de la cuidad, Katherine era bastante hermosa y todos los hombres de la cuidad parecían interesados en ella, pero ella solo se intereso en uno, el padre de Marissa. Luego de Katherine quedar embarazada el hombre decidió desaparecer, irse de la cuidad solo para no responder por la niña. Katherine siendo una madre de 20 años, soltera y desesperada decidió dejar a Marissa en un orfanato en la cuidad de Boston, allí el servicio social se hizo cargo de ella la mayor parte de su niñez, o la mayor parte que ella puede recordar. Marissa pasó de hogar adoptivo en hogar adoptivo sin lograr sentirse acogida en ningún lugar...esto ayudo a que la personalidad solitaria de Marissa se desarrollara, esta situación duro hasta sus ocho años aproximadamente, cuando fue adoptada por la familia Underwood, un matrimonio joven, la señora Underwood no podría concebir hijos y el señor trabajaba en una empresa de construcción. A Marissa le tomo un tiempo referirse a ellos como sus padres pero eventualmente lo hizo, eran lo mas cercano que ella tenia a una familia y se dijo a si misma que no podía ser tan malo. Aquella familia se encargo de su educación y cuidado, Marissa no podía estar mas que agradecida y les tomo cariño rápidamente.
Cuando Marissa cumplió diecinueve años tuvo que presenciar la muerte de su madre adoptiva, la señora había caído en una enfermedad severa...tenia cáncer de pulmón, duro en cama seis meses después de su diagnostico antes de morir. Esto la afecto a ella y a su padre de gran manera, aun así permanecieron siendo bastante unidos. Marissa mantuvo el contacto con el una vez que se mudo a la universidad de Pensylvannia, a estudiar comunicación social y periodismo. Una vez estuvo graduada decidió que era tiempo de comenzar a valerse por si misma, consiguió un trabajo de editora en el periódico local de una pequeña cuidad llamada Matrah, el puesto parecía interesante ya que la paga era buena y no le molestaba mudarse a un lugar extraño.